La Audiencia Nacional se estrena en los juicios sobre criptomonedas. A lo largo de 14 sesiones repartidas entre este lunes, 10 de marzo, y el próximo 11 de abril, el tribunal juzgará el que será el primer juicio por una macroestafa en la inversión de monedas digitales. La Sección Tercera de la Sala de lo Penal juzgará a la denominada trama Arbistar, acusada de engañar a miles de personas que confiaron en su plataforma para invertir en criptomonedas, entre mayo de 2019 y septiembre de 2020. En el banquillo de los acusados se sentarán Santiago Fuentes, fundador de Arbistar 2.0 (en prisión provisional), que se enfrenta a 29 años y nueve meses de cárcel por estafa agravada, organización y dirección de organización criminal y falsificación de documentos. Junto al líder de la plataforma serán juzgados también otros seis miembros de la trama, entre ellos su socio Diego Felipe Nojarova, para quienes se piden penas que oscilan entre 15 años y nueve meses y 23 años y medio cárcel. Según indicó el juez que investigó este caso, José Luis Calama, la organización prometió a sus clientes una rentabilidad de entre un 8% y un 15%, pero en realidad “vendió humo”, ya que no se registraron operaciones de compraventa de activos digitales.. Seguir leyendo
La Fiscalía pide contra el fundador de la plataforma casi 30 años de prisión por estafar a miles de inversores, a los que prometió altas rentabilidades de entre un 8% y un 15%
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La Audiencia Nacional se estrena en los juicios sobre criptomonedas. A lo largo de 14 sesiones repartidas entre este lunes, 10 de marzo, y el próximo 11 de abril, el tribunal juzgará el que será el primer juicio por una macroestafa en la inversión de monedas digitales. La Sección Tercera de la Sala de lo Penal juzgará a la denominada trama Arbistar, acusada de engañar a miles de personas que confiaron en su plataforma para invertir en criptomonedas, entre mayo de 2019 y septiembre de 2020. En el banquillo de los acusados se sentarán Santiago Fuentes, fundador de Arbistar 2.0 (en prisión provisional), que se enfrenta a 29 años y nueve meses de cárcel por estafa agravada, organización y dirección de organización criminal y falsificación de documentos. Junto al líderde la plataforma serán juzgados también otros seis miembros de la trama, entre ellos su socio Diego Felipe Nojarova, para quienes se piden penas que oscilan entre 15 años y nueve meses y 23 años y medio cárcel. Según indicó el juez que investigó este caso, José Luis Calama, la organización prometió a sus clientes una rentabilidad de entre un 8% y un 15%, pero en realidad “vendió humo”, ya que no se registraron operaciones de compraventa de activos digitales.. La trama empezó a ser investigada en un juzgado de Arona (Tenerife), pero se acabó remitiendo a la Audiencia Nacional, debido al elevado importe estafado —se considera la mayor estafa piramidal con criptomonedas— y que el engaño se extendió no solo por España, sino también por el extranjero, llegando a Panamá, Chile, Bélgica, Portugal, Uruguay, Italia, Argentina, Reino Unido, Venezuela, Bulgaria, Cuba, México y Estados Unidos. Aunque el juez instructor cuantificó el perjuicio a los inversores en 92 millones de euros, el ministerio público elevó el daño hasta los 1.902 millones de euros, según su escrito de acusación presentado el 18 de abril de 2024 y adelantado por CincoDías. Esta cantidad se calculó en relación a los 29.928,65 bitcoins intervenidos por la Policía y teniendo en cuenta que el valor de bitcoin en ese momento era de 63.400,10 euros. De hecho, la Fiscalía advierte de que dicho monto puede fluctuar con el tiempo, pues en la fecha de la caída de la estafa piramidal, en septiembre de 2020, el valor de la moneda digital era de 8.439,53 euros, lo que el daño total equivaldría entonces a 252.583.796 euros. En la actualidad, el cambio ronda los 80.000 euros.. Otras acusaciones, que también piden cerca de 30 años de prisión para los miembros de la plataforma de criptomonedas, como la que ejerce el despacho Aránguez Abogados, que representa a cerca de 3.800 afectados, estiman el daño en más de 3.500 millones de euros. La cuantificación del fraude total y las indemnizaciones a abonar a los inversores perjudicados, en caso de que haya una sentencia condenatoria, será una de las cuestiones que deberá resolver el tribunal.. Promesas de dinero fácil. En los últimos años, los jueces de la Audiencia Nacional han abierto varias causas para investigar esta nueva modalidad de estafa de tipo ponzi, como la de Algorithms Group o Nimbus, así como otras que tienen implicaciones políticas, como la Madeira Invest Club, en la que el juez instructor envió una exposición razonada al Tribunal Supremo para que valorara investigar al eurodiputado Luis Pérez, conocido como Alvise, por un delito electoral y otro de financiación ilegal de partidos políticos por haber recibido 100.000 euros en metálico del dueño de la plataforma de criptomonedas para sufragar su compaña al Parlamento Europeo.. Hasta el momento, ninguna ha llegado a juicio. Arbistar será el primero en pasar por ese trámite. En 2024, la Audiencia Nacional tenía previsto juzgar a una organización similar, Unetenet, que captaba inversores a los que prometía elevados beneficios, a cambio de publicitar sus servicios en internet. Este timo, del que estaba detrás una pareja malagueña (José Manuel Ramírez y María Pilar Otero), atrapó a más de 50.000 personas por todo el mundo, que dejaron beneficios de cerca de 50 millones de dólares (46,10 millones de euros, al cambio actual). El caso acabó con la imposición de penas mínimas de cárcel para los acusados, que reconocieron los hechos tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía.. Este tipo de plataformas se caracterizan por vender técnicas muy típicas en las estafas piramidales y que atraen a numerosos clientes: fórmulas para ganar dinero fácil. Arbistar, en su caso, creó el denominado “plan amigo”, que consistía en compensar a los usuarios que conseguían nuevos inversores. En paralelo, la trama también creó el “club Arbistar”, que prometía obtener rentabilidades más altas a cambio de una permanencia por un periodo de tres años. A todo ello se sumaron publicaciones a través de internet, como el programa semanal que el cabecilla de Arbistar difundía en su canal de Youtube, bautizado “La llamada de éxito”, y que se popularizó entre los clientes de la plataforma de inversión en criptomonedas; o los actos públicos de promoción en hoteles y salas de congresos por todo el territorio nacional.. Los acusados, lejos de invertir en criptomonedas, utilizaron parte del dinero obtenido de inversores a pagar los intereses prometidos a otros clientes para generar confianza entre ellos, al tiempo que “distraía las criptomonedas así recibidas en beneficio propio”. En agosto de 2020, el sistema empezó a derrumbarse como un castillo de naipes, cuando Arbistar dejó de abonar las ganancias supuestamente conseguidas a los inversores, bajo un pretexto de problema de liquidez y achacando el problema a un error del sistema de arbitraje. Conscientes de que el sistema defraudatorio había alcanzado su cenit, los miembros de la trama vaciaron las cuentas de la entidad, “mediante el desvío masivo de los fondos existentes hacia sus propias cuentas personales y las de su entorno personal”, según indicó la Fiscalía en su escrito de acusación.