Las principales denominaciones de origen (DO) de Castilla-La Mancha han destacado este lunes en el II Foro del Club Connecta, bajo el título Castilla-La Mancha, una mirada al futuro, el enorme potencial de los productos de la región, pero también los retos comunes a todas ellas, entre ellos el relevo generacional, la falta de mano de obra, la tensión competitiva en los mercados y la necesidad de una mayor protección institucional. Seguir leyendo
En el Club Forum Connect, los alcaldes de las ciudades históricas de la región demandan más esfuerzo en financiación para mejorar en calidad turística.
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Representantes de DO castellano-manchegas en el foro «Castilla-La Mancha, una mirada al futuro», del Club Conecta. Cedid. Las principales denominaciones de origen (DO) de Castilla-La Mancha han destacado este lunes en el II Foro del Club Conecta, bajo el título «Castilla-La Mancha, una mirada al futuro», el enorme potencial de los productos de la región, pero también retos comunes a todos ellos, entre los que destacan el relevo generacional, la falta de mano de obra, la tensión competitiva en los mercados y la necesidad de una mayor protección institucional. Los representantes de los sectores del queso, el vino, el azafrán y el mazapán han mostrado la misma realidad: la identidad gastronómica de la región es un motor económico decisivo que sólo se sostendrá con políticas específicas. El presidente de la DO Queso Manchego, Antonio Martínez, ha recordado que el queso manchego es «uno de los patrimonios más importantes de la región» y una de las marcas españolas más reconocidas internacionalmente, pero ha advertido de que el sector vive una situación de fragilidad: «somos un gigante con pies de barro» por el envejecimiento de la cabaña ganadera, la falta de relevo y unos precios de la leche que no cubren costes. Además, ha alertado de que más del 80% del queso que se consume en España «no es auténtico manchego», por lo que ha reclamado más lucha contra el fraude y más compromiso institucional con la DO. Juan Ignacio de Mesa, presidente de la cooperativa toledana de Santo Tomé, que reivindicó la autenticidad del mazapán de Toledo, considerado como indicación geográfica protegida, compartió esta preocupación. Ha recordado que sólo el mazapán supremo – «el único verdaderamente auténtico»- contiene más de un 50% de almendra, ahora mayoritariamente valenciana, y ha defendido que Castilla- La Mancha impulse el cultivo de almendra propia para garantizar el suministro y permitir que el mazapán aspire a una futura DO La Mancha. También ha pedido proteger a los trabajadores familiares ante el avance de la gran industria: «Somos los que mantenemos viva la esencia del producto». Azafrán. Valentina Cabra, presidenta de la DOP Azafrán de La Mancha, ha destacado la falta de mano de obra y la dureza del cultivo: la flor necesita ser recolectada y tostada en menos de 24 horas, y la mecanización apenas existe. Ha pedido apoyo para el desarrollo de maquinaria que facilite este proceso y permita competir contra un mercado internacional en el que los aranceles y la competencia exterior «asfixian a los productores». La visión más estructural la ha aportado Esther Bello, consejera de la Cooperativa Virgen de las Viñas, recordando que los problemas del sector «son los mismos para todos»: mano de obra, precios y costes. Ha destacado que de la cooperativa dependen 3. 500 familias, que el 70% de la producción se exporta y que el gran reto es aumentar el embotellado para reforzar el posicionamiento de la DO La Mancha en los mercados internacionales. «La mirada al futuro sólo se entiende desde la unión de fuerzas», dijo, destacando el papel del cooperativismo como motor económico y social de Tomelloso y la comarca. La chef Rocío Arroyo, ganadora de la Cuillère d’Or 2019, ha completado la mesa recordando que «los cocineros son los mejores embajadores de los productos manchegos». Ha defendido que la innovación culinaria debe ir siempre acompañada del respeto al producto y ha lamentado que, en ocasiones, «no se presuma lo suficiente de la cocina local» desde los municipios. Todos ellos han concluido con un diagnóstico compartido: Castilla-La Mancha tiene productos únicos y muy valorados dentro y fuera de España, pero necesita más promoción, mejor protección contra el fraude, apoyo al productor y un impulso decidido al relevo generacional para garantizar su continuidad. Ciudades patrimonio. Por otro lado, se ha visto en otra mesa de debate del foro cómo las ciudades patrimoniales de Castilla y La Mancha tienen el reto de utilizar su riqueza histórica como motor de desarrollo sostenible. Las intervenciones han puesto de manifiesto que, a pesar de la diversidad de realidades, todos los municipios comparten necesidades y retos similares. En este sentido, la alcaldesa de Almadén, Raquel Jurado, ha destacado la urgencia de «poner en el mapa» Almadén, una localidad que -ha recordado- cuenta con «tesoros patrimoniales impresionantes pero poco conocidos», como la histórica mina de mercurio, su singular plaza de toros hexagonal o la Real Cárcel de Forsados. Jurado ha insistido en que la falta de buenas conexiones, «con un tren que nos deja en medio del campo», dificulta la llegada de visitantes y limita el potencial turístico. Por ello, ha reclamado más inversión y promoción para que estos recursos «sirvan realmente a los vecinos». Tasa turística. Desde una realidad patrimonial más consolidada, el alcalde de Almagro, Francisco Ureña, ha recordado que el Corral de Comedias es «el principal motor económico y cultural» de la ciudad, capaz de atraer cada año «más de doce veces su población a visitantes». Ha advertido, sin embargo, de que el mantenimiento del casco histórico «sólo es asumible con el presupuesto municipal» y ha reclamado que la financiación pública tenga en cuenta el peso patrimonial de los municipios. También ha abogado por que los ayuntamientos decidan si aplican una tasa turística. En esta línea, la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, ha reivindicado que el patrimonio sólo será un motor contra la despoblación con políticas adaptadas a territorios complejos como el suyo, con 28 pedanías y fuertes limitaciones administrativas y presupuestarias. Ha reclamado una normativa específica para los pequeños municipios y ha subrayado que la candidatura de Sigüenza a Patrimonio de la Humanidad permitiría consolidar un modelo turístico sostenible basado en su «singular conjunto histórico-artístico». Su cercanía a Madrid, ha dicho, abre «una clara oportunidad para fijar población y generar empleo de calidad» vinculado al turismo y al sector primario. Turismo de calidad. Esta visión fue compartida por el concejal de Turismo de Toledo, José Manuel Velasco, quien recordó que la capital cuenta con 120 Bienes de Interés Cultural y afronta el reto de garantizar «un turismo de calidad que convierta con un centro histórico vivo». Velasco ha destacado medidas como la regulación de las viviendas turísticas -que ha permitido rehabilitar edificios abandonados- y los convenios para convertir el valor inmobiliario en viviendas, atrayendo nueva población al casco histórico. Velasco ha reclamado una inversión pública «justa y sostenida» al considerar el patrimonio como un importante motor económico. En general, las intervenciones han coincidido en que la riqueza patrimonial de Castilla-La Mancha es una oportunidad decisiva para el desarrollo, pero requiere mejores comunicaciones, financiación específica y una estrategia coordinada que permita al turismo cultural convivir de forma equilibrada con la vida de sus vecinos. El foro del Club Conecta, que reúne a más de un centenar de periodistas y profesionales de la comunicación nacidos en Castilla-La Mancha, que desarrollan su carrera en Madrid, ha contado con el patrocinio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el apoyo de la Fundación «la Caixa» como entidad colaboradora y el apoyo de los socios institucionales del Club Conecta: Aqualia, la Diputación Provincial de Toledo, Iberdrola y Moeve.
