Esta entrevista es un dilema similar y continuado al del huevo y la gallina. ¿Fue primero el flamenco a Niño de Elche o Niño de Elche al flamenco? ¿Fue primero la obsesión artística a Niño de Elche o Niño de Elche a la obsesión artística? ¿Fue primero Niño de Elche a la polémica o la polémica a Niño de Elche? Así, sin respuesta, ad infinitum.. Seguir leyendo
El polivalente artista publica su disco número 17 pero, ¿cuántos le quedan? «Mi retirada está más cerca de lo que cree la gente», confiesa
Esta entrevista es un dilema similar y continuado al del huevo y la gallina. ¿Fue primero el flamenco a Niño de Elche o Niño de Elche al flamenco? ¿Fue primero la obsesión artística a Niño de Elche o Niño de Elche a la obsesión artística? ¿Fue primero Niño de Elche a la polémica o la polémica a Niño de Elche? Así, sin respuesta, ad infinitum.. Encapsular o definir a Paco Contreras (Elche, 1985), oculto bajo el seudónimo, es el absurdo. Ni él mismo sabría. Porque lo que hoy parece válido, mañana podría no serlo. Y lo mismo se puede trasladar a su música, a su cante, a sus performances…¿Qué es Cante a lo gitano, su 17º y nuevo disco en el mercado? Lo fácil es decir: una recuperación de la obra flamenca de Manuel Torre. Dentro del más estricto rigor, lo es. ¿Y si es también una afrenta al estilo dominante del cante hoy y al circuito de este arte? ¿Y si fuese una reivindicación de gitanidad de quien por origen no lo es? ¿Y si no fuera más que vómito tras el estudio desmedido del primer flamenco grabado que ha llegado a nuestro días?. «A mí Manuel Torre, que es uno de mis cantaores favoritos, me sirve para seguir desmitificando ciertas ideas románticas en relación al flamenco, a lo gitano, a lo andaluz y a todas las estéticas que se han ido retroalimentando de ideas míticas. Yo me sumerjo en ellas y creo que soy de los artistas que más a corriente van con el flamenco, con ese mundo paradójico y contradictorio que tiene el flamenco en temas como el género, la identidad, la política y lo social». Y lo dice en uno de los pufs de Salvaora Brown, que de 1963 a 1993 fue el tablao Los Canasteros de Manolo Caracol en el barrio madrileño de Chueca. El Teatro Real de los flamencos. «Me interesa el primer flamenco porque está aún en construcción, no canonizado ni ontologizado. Luego llegó el bum de la flamencología con sus ideas obsesivas de que había que canonizar todo para que no se perdiera, que no es otra cosa que ponerle reglas».. Y, por tanto, de intelectualizarlo.. Esos intereses ya los tuvieron Lorca y Falla en el concurso de cante jondo de Granada de 1922. En toda la existencia del flamenco siempre ha habido ejercicios de ese tipo. Otra cosa es intelectualizarlo metiéndolo en universidades y llevarlo a teatros elitistas como el Real o grandes palacios de la música. Ninguno puede abarcar todo lo que supone el flamenco. Porque una de las características más relevantes es que no conocemos su origen ni su supuesta esencia, seguramente estamos ante la plataforma donde mejor se pueden dinamitar términos como esencia o pureza.. ¿Por eso lo de calificarse como un ex flamenco?. Eso es simplemente plantear un juego con el mundo delirante de las etiquetas. Prefijos como ex nos dan cuenta de movimiento, de cuánto de profundo se está o cuánto de radical se está siendo para llegar a las raíces. Raíces que ahora mismo son misteriosas, que es donde empieza lo mítico y es donde a mí me interesa jugar.. ¿No se hace eso en los circuitos flamencos? ¿Por eso se aleja de ellos y los critica?. Primeramente porque no quiero ser esa gente, lo he experimentado como testigo y como protagonista, sé bien lo que no quiero ser. Es un trabajo muy duro, muy arduo, formarte en el mundo del flamenco con toda la mierda que se impregna a los artistas jóvenes dentro de ese mundo, en peñas, festivales y concursos.. ¿Por qué considera que se les mete mierda?. Por sus posiciones políticas, por sus microviolencias educativas, sus nociones culturales, sus ideas fanáticas. No quiero ser nada de eso por su poca empatía con el otro. El tiempo que estuve era porque tenía que comer y sobrevivir, pero siempre que puedo lo denuncio. Y denuncio a las instituciones que apoyan ese tipo de festivales, de peñas y de centros de tortura psicológica.. Y, sin embargo, es un gran escéptico de la libertad absoluta en la creación .. La creación no es algo tan liberado como uno piensa y más dentro de la mercadotecnia. Bueno, nunca desde que existe el disco porque los cantes tienen un tiempo de duración concreto, eso ya te va acotando y te va ayudando a encajarlo. Y llega además un momento en que la discográfica te pide que entregues el material y tú ahí sientes que ya ha terminado uno de los procesos.. ¿Cómo se maneja en esos límites?. Hay que sospechar siempre de quien dice dominar los límites, porque tenemos que cuestionarnos dónde están esos límites. Tal vez es que yo no sé dónde están. En lo estilístico y estético intento no tener ninguno, pero tampoco romantizo la idea de libertad en el arte.. Cogiendo su obra parece bastante libre.. Mientras lo parezca de cara a la galería está bien. ¿Cuánto de libre es? Pues no lo sé. Yo me siento liberado cuando lo hago. Por eso no hablo de libertad y sí de liberación, como el que vomita. Un estado de libertad plena es pura utopía. Es como el que cree en el estado absoluto de felicidad. De ahí al manicomio hay un paso. Pero entiendo que haya gente que se lo crea porque a mí me han endiñado ese eslogan. Manda huevos que haya que desmitificar esto.. ¿Ese vómito es su forma de creación?. Mi vómito viene acompañado de comer mucho, no es un vómito de enfermedad sino artístico y acompañado de una preproducción muy profunda. La gente dice que hago muchas cosas, pero yo tengo carpetas llenas con materiales desde hace años y cuando se dan diferentes cuestiones económicas, mercantiles, de tiempos… te das cuenta de que ha llegado el momento de soltar lo que llevas alimentando durante años en una carpeta de ordenador. Con este disco pasó así porque los primeros cantes eran para una conferencia performativa, no estaban pensados para un disco.. ¿Cuánto material tiene en esas carpetas sin ver la luz?. Tengo una carpeta que se titula proyectos discográficos y ahí hay cuatro discos que no he sacado, que he desarrollado a partir de exposiciones u otros trabajos artísticos, pero que pueden funcionar como disco. Son cuatro discos que podría sacar el año que viene si tuviese tiempo.. Me gustaría volver a esa etapa en la que usted dice que era un panfletario de izquierdas. ¿Qué es ahora?. Alguna gente piensa que soy un equidistante y otros que soy un cínico. Tú lo sabes que has podido leer mil cosas sobre mí en ese sentido. Si no me llaman fascista me llaman rojo. Si no xenófobo, maricón y homófobo. Eso era muy divertido hace años, pero es que siguen así. Y es porque estamos acostumbrados a los eslóganes, pero es que yo vengo de ahí, eh. Hace diez años hacía discos más panfletarios y ahora sería incapaz de defender las cosas que decía. Hay gente que piensa que no soy capaz porque me he convertido en un fascista y otros que he leído y me he formado e intento mostrarlo en mis proyectos. Quien quiera informarse sobre qué cosas me interesan, puede hacerlo, pero hay mucha vaguería.. ¿Es una cuestión del estado de opinión en el que vive esta sociedad?. Para mí hay un mundo muy interesante ahí que es el clickbait. He sido bastante dañado muchas veces por culpa del puto clickbait, pero ese juego de los titulares, las fake news, me tiene fascinado y me sigue dando qué pensar más allá de denunciarlo con el puño cerrado o con la mano abierta. Hay algo de reconocer el mal que me atrae, es como ver un exorcismo a alguien.. Es parte de la esencia humana, ¿no?. Y hay luz en todos lados, eso es lo que a la gente también le molesta. Hace años que me cansé de ser un progre, bueno, un progre no tanto, un moralista constante porque estaba enfadado con el mundo y no era empático con el otro. Mis lecturas religiosas y espirituales me ayudaron mucho a encontrar la luz en cualquier profundidad oscura. Eso para mucha gente es ser equidistante. Pero yo no voy a cambiar este camino tan apasionante que es el conocimiento, leer, indagar, hablar con tanta gente.. ¿Fuera de la creación artística hay algo para usted?. ¿Todo es creación o todo es vida? Para mí hay un compromiso vital, pero en los últimos tiempos estoy aprendiendo a practicar el desapego y seguramente mi retirada sea mucho más pronto de lo que la gente pueda pensar. Creo que es inteligente saber despegarse de las cosas. Tal vez cuando me retire también ese desapego me lleve a la muerte, quién sabe.. ¿Está diciendo que va a dejar la música?. Seguramente iré con el tiempo trasmutando a otro tipo de labores que tengan que ver con el arte y que no sean cantar. Porque es algo que me cansa bastante. El mercado exige un perfil muy concreto, cantas y sacas un disco… Si yo no me he cansado aún de todo es porque hago miles de cosas, otros formatos y tengo cómplices para desarrollarlos. Eso es lo que me ha salvado, pero entiendo perfectamente desistir.. ¿Lo que se plantea es dejar de cantar?. Sin duda, eso sí lo tengo muy claro porque hay una disciplina con la voz bastante cansada. También lo digo ahora que estoy cada dos días en un escenario.. ¿Cuánto ha marcado su carrera el miedo que le ha acompañado desde el nacimiento?. Mi afán por conocer nuevos discursos, nuevas formas de escuchar, mirar, tocar o saborear tiene que ver con la superación del miedo. Los prejuicios son miedos. Cuando alguien te dice que no tiene prejuicios, aléjate de él porque es como la santidad laica de ciertos políticos que no vamos a nombrar. Cuando tú propones como político una santidad laica, pues estás abocado a cagarla porque no estás reconociendo el demonio que uno lleva dentro y las complejidades de la existencia.. ¿Se refiere al caso de Íñigo Errejón?. Me estoy refiriendo a la historia de la política, que siempre está embadurnada con la moral constante. Yo he sido uno de esos gilipollas. Lo importante es querer superar los prejuicios, ahí donde está la santidad y la virtud del ser humano, en no tener prejuicios. Cuando te crees un santo que no tiene prejuicios estás abocado a que te corten la cabeza como a tantos mártires.. Se lo enlazo con el MeToo que parece que se está abriendo en España, también en sectores artísticos.. El feminismo ha hecho cosas maravillosas, escuchaba hoy a una experta en violencia de género que hay cosas de hace diez años que hoy en día en nuestras mentes son imposibles. El feminismo ha conseguido cosas muy increíbles en poco tiempo al igual que con la teoría queer. Pero como en todo movimiento hay perversiones, intereses, lobbies y una serie de cortocircuitos. Pensar que cualquier movimiento es pulcro es un error, hablamos de luchas políticas con instituciones fuertes y con sociedades fanatizadas. Eso genera estrategias que tal vez desbordan las primeras piedras de la ideología de ese movimiento. Eso es habitual y normal, pero hay que estar abiertos para que la gente pueda ser crítica con esos desbordamientos y aceptarlos. ¿No se está aceptando?. Ahora mismo no, en el feminismo hay muchísimas corrientes y variables, que eso me parece interesantísimo en debates como la concepción trans o la teoría queer, pero no se puede hacer asco a lo que puede ser una crítica a esos movimientos. Hay que ser un poco más humilde, eso yo lo he hecho un poco en falta.. Una de las críticas a esas perversiones de los movimientos es que puedan acabar censurando obras artísticas. Yo no me olvido de la censura que hicieron a Tangana en Bilbao promovida por Podemos y Bildu. Eso fue miserable, amigos que estaban dentro se echaban las manos a la cabeza. Y seguramente eso ahora lo han aprendido ciertas instituciones aunque esa censura esté matizada por unos jurados. Siempre he sido muy crítico con eso y lo sigue siendo. La censura está pululando siempre y a la gente le traumatiza. Bienvenidos al mundo porque la censura siempre ha estado. Da igual quien gobierne, yo no soy de relacionar la censura con un movimiento político o con otro. La cultura artística siempre es sospechosa y ellos tienen que ser sospechosos para nosotros. Y más hoy en día, donde todo va más rápido y donde el eslogan funciona más. Los políticos hoy están mucho más acojonados, por cualquier pequeño tuit o un pequeño titular de un periódico te desmontan una gira.. ¿Ese es un problema de que el arte dependa más de las administraciones públicas por falta de recursos económicos?. Yo dependo bastante de las entidades públicas en muchos aspectos y en otros dependo más de la empresa privada. No puedo posicionarme entre una cosa y otra, ser una persona que constantemente genera proyectos a partir de eslóganes de lo que marca la tendencia política. Esa no es mi forma de entender la práctica artística y el compromiso que el arte debe de tener, que es esa crítica concienzuda del Estado en el que vivimos.. ¿Sobre todo contra el poder?. Sobre todo al poder, pero también al pueblo. Se puede hacer crítica a todo. La putada es que te puedes volver un críticón de Sálvame, porque hay tantas cosas con las que ser crítico. Para mí ser crítico con algo es serlo conmigo mismo, pero también hay intereses emocionales y políticos de cada cual.. ¿A cuáles se refiere?. Yo he votado dos veces en mi vida, siempre a partidos minoritarios, y dejé de votar porque prefiero perder de otra forma y por lo menos no sentirme engañado por lo que he votado. Sé que está mal generalizar, pero aquí lo hago. Y no me puedo quejar porque tengo dos programas en Radio Nacional Clásica y uno en Radio3. Eso para mucha gente es estar junto al poder en cierta forma, estar avalado por el poder político del momento. También trabajo con Sony y mucha gente piensa que me vendí al poder económico. Pero mi arte es crítico con ciertos poderes y ciertas situaciones
Cultura