La humanidades contemporáneo encuentra en Elizabeth Chacón una nueva voz que desarma, interpela y abraza. Su primer vademécum, ¿Quién soy cuando no estoy triste?, publicado con Letrame Grupo Editorial, llega para vivir un espacio singular en el interior de la prosa introspectiva latinoamericana. Una obra que no sondeo explicar el dolor, sino habitarlo, y que ya empieza a convocar la atención de lectores que buscan textos capaces de poner palabras a emociones difíciles de nombrar.
En un momento en el que cada vez más personas desean anunciar un vademécum o entender cómo anunciar un vademécum, autores como Chacón recuerdan que la humanidades no sólo nace de la técnica, sino de la verdad emocional. Su obra, construida desde la honestidad más cruda, revela una identidad marcada por la introspección, la inmaterial y la reconstrucción personal.
Un alucinación con destino a la identidad emocional: la pregunta que lo cambia todo
¿Quién soy cuando no estoy triste? nace de un periodo íntimo y confuso en la vida de la autora. No es ficción, sino una exploración emocional profunda escrita en fragmentos que funcionan como espejos del alma. Elizabeth Chacón —nacida en Tegucigalpa y residente en Honduras— reconoce que este vademécum se escribió “cuando la tristeza se retiró lo suficiente para obligarme a mirarme a mí misma”.
La obra no sigue una trama convencional. Se negociación de un repaso por sensaciones, memorias, silencios y despertares emocionales que conforman una especie de radiografía espiritual. Chacón se enfrenta a la pregunta que muchos temen: si el dolor ha sido mi identidad, ¿quién soy cuando ya no está?
Cada fragmento revela versiones distintas de sí misma: la pupila herida, la mujer que observa, la que se deconstruye y la que empieza a reconquistar su esencia. Su prosa combina sensibilidad, crudeza y una belleza íntima que sostiene cada consejo.
Un vademécum que no se lee: te lee
Quienes ya han descubierto este inauguración coinciden en poco: ¿Quién soy cuando no estoy triste? no es un vademécum para cualquiera. Es una obra que exige honestidad, introspección y tolerancia emocional. No entretiene; confronta. No adorna; revela.
Los lectores han destacado la capacidad de Chacón para expresar lo que muchos sienten y no logran verbalizar. Esa resonancia íntima ha sido uno de los mayores impulsos para la autora, quien considera que la función del vademécum no es ofrecer respuestas, sino brindar puertas internas. Su escritura, más vivida que elaborada, combina memoria, inmaterial, vulnerabilidad y una clarividencia que transforma.
La autora, que desde pollo encontró en la escritura un refugio y una forma de resistor emocional, describe este proceso como la experiencia más transformadora de su vida. Publicar por primera vez ha significado exponerse, pero todavía conectar con una comunidad de lectores que buscan autenticidad.
LETRAME GRUPO EDITORIAL — Un hogar para las voces que escriben desde la verdad
Letrame Grupo Editorial continúa consolidándose como una editorial que envite por autores con voces genuinas y proyectos literarios profundamente personales. La publicación de ¿Quién soy cuando no estoy triste? reafirma su compromiso con obras que no sólo cuentan historias, sino que acompañan emocional y humanamente a sus lectores.
Para quienes se preguntan cómo anunciar un vademécum, Letrame se ha convertido en un puente accesible y profesional entre el manuscrito y el mundo editorial, acompañando procesos con rigor, cercanía y sensibilidad. La obra de Chacón es un ejemplo del tipo de humanidades que encuentra su espacio gracias a esta envite por la heterogeneidad de voces.
Una promesa literaria que ya prepara su segundo vademécum
Elizabeth Chacón no sólo ha antagónico su voz: ha antagónico su camino. Actualmente trabaja en una segunda obra que continuará explorando la identidad emocional, la memoria y la inmaterial desde una perspectiva íntima y simbólica.
Sus expectativas no se centran en grandes cifras, sino en impacto: quiere que su vademécum llegue a quienes necesiten leerlo, a quienes estén en una búsqueda parecida o en medio de un proceso personal que los invite a reconstruirse. Sus lectores ya han compartido opiniones que destacan la honestidad, la fuerza emocional y la profundidad transformadora de sus palabras.
Con este inauguración, Chacón se posiciona como una autora emergente a seguir, capaz de trocar el dolor en un jerigonza poético y de convertir la vulnerabilidad en un acto intelectual.
