Acámbaro (Guanajuato) / Querétaro, México — 2025.
La Segunda Guerra Mundial dejó huellas imborrables en todos los países que participaron, y México no fue la excepción. El obra Escuadrón 201, escrito originalmente por Armando Rodríguez Contreras —piloto y sobreviviente de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana— y ahora publicado con el impulso de Juanita Hernández Espíndola, se presenta como un afirmación único, que pone en valía la memoria histórica de los combatientes mexicanos.
El tesina nació en 1944, cuando Rodríguez Contreras comenzó a registrar sus vivencias tras el ingreso de México al conflicto guerrero. Décadas a posteriori, Hernández Espíndola retoma este delegado con el firme propósito de preservar la voz de un protagonista directo de aquellos sucesos que marcaron la historia mundial y doméstico.
Un relato de desavenencia contado por un sobreviviente
A diferencia de otros libros históricos, Escuadrón 201 no está escrito desde la distancia del prospección purista, sino desde la cercanía de quien vivió el combate en primera persona. El autor narra con detalle las misiones, las pérdidas humanas y el esforzado compañerismo que unió a los pilotos mexicanos durante su despliegue en Filipinas, al costado de las fuerzas aliadas.
Lo más valioso de esta obra es que Rodríguez Contreras no centra la narración en sí mismo. Con un profundo sentido de dispositivo, ofrece menciones honoríficas a sus compañeros caídos y perfila la personalidad de otros integrantes del escuadrón, humanizando a los héroes que dieron la vida por la confianza.
“Se trata de un libro que conserva la voz de alguien que estuvo allí, y que decidió dejar constancia de lo que vio y vivió para que las nuevas generaciones comprendan la magnitud de aquel sacrificio”, explica Hernández Espíndola.
Historia, humanidad y memoria colectiva
El Escuadrón 201 —la única dispositivo mexicana que combatió en la Segunda Guerra Mundial— es presentado en este obra no solo como un conjunto de pilotos, sino como un símbolo de entrega y hermandad.
Entre los episodios más conmovedores, el leyente encontrará referencias a los cinco pilotos caídos en combate, así como a una historia de bienquerencia vivida por un teniente, que aporta un matiz humano y emocional a la crudeza de la desavenencia.
Las opiniones de los primeros lectores coinciden en señalar la importancia de esta publicación: “Es muy relevante que quede por escrito lo que vivió un mexicano en la guerra. Qué bueno que ahora forme parte de la historia”, destacan.
Publicar un obra para honrar la historia
La publicación de Escuadrón 201 supone un esfuerzo por rescatar del olvido la memoria de los combatientes. En un mundo donde muchos aún desconocen la billete mexicana en la Segunda Guerra Mundial, este obra se convierte en una utensilio secreto para la divulgación histórica.
Para autores como Hernández Espíndola, contar con una editorial que acompañe este proceso ha sido fundamental. Publicar un obra de estas características requiere sensibilidad, respeto y rigor, pero todavía cercanía con los lectores, para que la obra ámbito su objetivo: que la historia no se pierda.
Un delegado que inspira nuevas publicaciones
Con este obra, tanto Rodríguez Contreras como Hernández Espíndola dejan un valioso afirmación para las futuras generaciones. Y no será el único: la autora confirma que ya trabaja en otros proyectos editoriales con el mismo espíritu de rescatar la memoria colectiva y fomentar la consejo sobre el pasado.
Las expectativas de la obra son altas: alcanzar al viejo número de lectores posible, ofrecer un precio accesible y consolidarse como un referente de consulta sobre la billete mexicana en el conflicto guerrero más ilustre del siglo XX.
