En el medio del vendaval global, España sigue creciendo, y lo hace a uno de los mayores ritmos de la eurozona. Un desempeño positivo que la agencia S&P ha reflejado en su última revisión del rating soberano del país, publicada este viernes: mantiene la calificación A/A-1, con perspectiva estable. “España es una de las economías de más rápido crecimiento de la eurozona y, en general, de la OCDE”, señala el documento, que define el crecimiento de España como “resiliente”. Hay, sin embargo, riesgos: la deuda es elevada, las presiones para aumentar el gasto en defensa podrían empeorar el rendimiento presupuestario, las tensiones comerciales amenazan con impactar en la actividad y la fragmentación política interna está limitando el impulso reformista.. Seguir leyendo. Fitch mantiene la calificación de la deuda pública de Francia en AA-. La agencia de calificación Fitch mantuvo este viernes la calificación de la deuda pública francesa en AA-, con la misma perspectiva negativa, a pesar de los problemas del aumento de la deuda del país. En su evaluación de la deuda soberana francesa, la agencia estadounidense constata que, a pesar de que el déficit público bajará poco este año según las perspectivas del Gobierno, hasta un 5,4 % del PIB, este país tiene “una economía vasta y diversificada”. La decisión llega después de que, a finales de febrero pasado, la agencia Standard & Poor’s mantuvo la calificación de Francia con la nota AA- pero bajó su perspectiva de “estable” a “negativa”. La tercera gran agencia de calificación, Moody’s, tiene previsto anunciar su evaluación sobre la deuda francesa el próximo 11 de abril. Esta agencia tiene ahora a la deuda francesa en la calificación Aa3, equivalente a la AA- de sus competidoras, y con una perspectiva estable.. La deuda pública francesa se situó a finales de 2024 ligeramente por encima de los 3,3 billones de euros (3,5 billones de dólares), el 116 % del PIB. El déficit público francés cerró el pasado ejercicio en el 6 % del PIB, desde el 5,5 % de 2023, y para este año el presupuesto del Estado prevé un recorte hasta el 5,4 %, con el objetivo de rebajarlo hasta el 3 % para 2029.
La agencia de calificación señala que la “fragmentación política” está “limitando el impulso reformista”
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En el medio del vendaval global, España sigue creciendo, y lo hace a uno de los mayores ritmos de la eurozona. Un desempeño positivo que la agencia S&P ha reflejado en su última revisión del rating soberano del país, publicada este viernes: mantiene la calificación A/A-1, con perspectiva estable. “España es una de las economías de más rápido crecimiento de la eurozona y, en general, de la OCDE”, señala el documento, que define el crecimiento de España como “resiliente”. Hay, sin embargo, riesgos: la deuda es elevada, las presiones para aumentar el gasto en defensa podrían empeorar el rendimiento presupuestario, las tensiones comerciales amenazan con impactar en la actividad y la fragmentación política interna está limitando el impulso reformista.. La agencia de rating prevé que la economía seguirá avanzando a un ritmo del 2% durante los cuatro próximo años, aproximadamente el doble de la media de la eurozona. Varios elementos contribuirán a ello: un mercado laboral pujante —aunque la tasa de paro supere el 10%—, también gracias al fuerte impulso de la inmigración, unos menores costes energéticos en comparación con sus homólogos europeos y el aumento de las exportaciones. También prevé un aumento de las inversiones gracias a la ejecución de proyectos financiados por los fondos europeos que parecen por fin haber llegado a la economía real y a unas condiciones de financiación más favorables ahora que el BCE ha bajado los tipos.. La recaudación también ha ido viento en popa, pero hay desafíos presupuestarios: la deuda pública está por encima del 100% del PIB y la reducción del desequilibrio fiscal “ha sido moderada” desde 2022, pues más que en un ajuste se ha basado en la retirada de las ayudas desplegadas para mitigar el impacto de la inflación.. “Las presiones para aumentar el gasto en defensa podrían ralentizar el ritmo de consolidación presupuestaria”, alerta S&P. Estima que el déficit se situó en el 3,3% del PIB en 2024 y que bajará a un ritmo más lento del que prevé el Gobierno, sin poder bajar del 2,5% en 2027 por el incremento anunciado en el gasto militar. La deuda también bajará lentamente, situándose en el 96% para 2028. También recuerda que el país no ha logrado aprobar unas cuentas públicas desde 2023 debido a la difícil coyuntura política. “Es probable que las reformas estructurales sigan siendo limitadas, especialmente en comparación con algunos países regionales similares”, destaca.. S&P afirma que podría elevar la calificación de España si la posición externa del rating soberano continúa fortaleciéndose o si la tasa de deuda bajara más rápido de lo esperado. Al contrario, la rebajaría si —”contrariamente” a sus expectativas—, los resultados presupuestarios y de balanza de pagos se deterioraran, por ejemplo a causa de unos elevados aumentos del gasto o si las tensiones comerciales afectaran “significativamente” los superávits por cuenta corriente.. De momento, la reducción de la deuda externa refleja superávits recurrentes por cuenta corriente y un desapalancamiento importante desde la crisis de la deuda soberana de la década de 2010. Pero aquí también se divisan riesgos, con la guerra arancelaria a la cabeza y todas sus derivadas sobre los mercados y los intercambios internacionales. “Representan riesgos para nuestras previsiones de balanza de pagos, crecimiento y resultados fiscales de España durante los próximos tres años”, explica la agencia, que aun así cree que España está menos sujeta a los efectos directos de posibles aranceles. “Sin embargo, podría sufrir las repercusiones de un posible menor crecimiento económico en la eurozona, su principal socio comercial”.. Además, la inversión privada sigue siendo lenta, lo que supone un riesgo para la competitividad de España a largo plazo. ·La inversión empresarial en maquinaria, equipos e I+D se ha estancado”, y la inversión en I+D se mantiene baja, en el 1,4% del PIB, sin cambios desde 2009, y muy por debajo del 2,3% del PIB promedio de la UE.. El sector bancario, en cambio, goza de buena salud. “El sector bancario español parece estar en buena forma. Con los riesgos de inflación a medio plazo aún presentes, creemos que el BCE podría recortar los tipos de interés aún más, hasta el 2%, en 2025 (…). Si bien la disminución gradual de los tipos de interés ejercerá cierta presión sobre los beneficios de los bancos, esperamos que su rentabilidad se mantenga sólida. Los bancos se beneficiarán de sus estrategias activas de cobertura, la recuperación del crecimiento del crédito, los bajos costes de financiación y la reducción de sus estructuras operativas, que se ha prolongado durante una década, lo que debería mantener los gastos bajo control”.. Fitch mantiene la calificación de la deuda pública de Francia en AA-. La agencia de calificación Fitch mantuvo este viernes la calificación de la deuda pública francesa en AA-, con la misma perspectiva negativa, a pesar de los problemas del aumento de la deuda del país. En su evaluación de la deuda soberana francesa, la agencia estadounidense constata que, a pesar de que el déficit público bajará poco este año según las perspectivas del Gobierno, hasta un 5,4 % del PIB, este país tiene “una economía vasta y diversificada”. La decisión llega después de que, a finales de febrero pasado, la agencia Standard & Poor’s mantuvo la calificación de Francia con la nota AA- pero bajó su perspectiva de “estable” a “negativa”. La tercera gran agencia de calificación, Moody’s, tiene previsto anunciar su evaluación sobre la deuda francesa el próximo 11 de abril. Esta agencia tiene ahora a la deuda francesa en la calificación Aa3, equivalente a la AA- de sus competidoras, y con una perspectiva estable.. La deuda pública francesa se situó a finales de 2024 ligeramente por encima de los 3,3 billones de euros (3,5 billones de dólares), el 116 % del PIB. El déficit público francés cerró el pasado ejercicio en el 6 % del PIB, desde el 5,5 % de 2023, y para este año el presupuesto del Estado prevé un recorte hasta el 5,4 %, con el objetivo de rebajarlo hasta el 3 % para 2029.