La histórica jornada del miércoles para el mercado de deuda está teniendo continuidad en las primeras horas del jueves. Los bonos de la zona euro siguen aumentando su rentabilidad a gran velocidad, con ganancias en los tipos a 10 años en el entorno de los 10 puntos básicos, que se suman a los 30 que avanzó ayer la deuda alemana, referencia del continente. Los agresivos planes de estímulo fiscal y gasto en defensa presentados por el próximo canciller germano, Friedrich Merz, y avalados por el Bundesbank, junto a la propuesta de Bruselas de blindar el continente con 800.000 millones de euros de gasto militar, han roto los esquemas de los inversores en deuda, un terremoto que, en el caso de la deuda alemana, solo se registraba desde los tiempos de la RDA y la RFA. El bund ha cotizado en los primeros compases de la jornada al 2,93%, el rendimiento más alto desde octubre de 2023.. Seguir leyendo
La rentabilidad del bono nipón a 10 años sube al 1,5%, máximos de 2009
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La histórica jornada del miércoles para el mercado de deuda está teniendo continuidad en las primeras horas del jueves. Los bonos de la zona euro siguen aumentando su rentabilidad a gran velocidad, con ganancias en los tipos a 10 años en el entorno de los 10 puntos básicos, que se suman a los 30 que avanzó ayer la deuda alemana, referencia del continente. Los agresivos planes de estímulo fiscal y gasto en defensa presentados por el próximo canciller germano, Friedrich Merz, y avalados por el Bundesbank, junto a la propuesta de Bruselas de blindar el continente con 800.000 millones de euros de gasto militar, han roto los esquemas de los inversores en deuda, un terremoto que, en el caso de la deuda alemana, solo se registraba desde los tiempos de la RDA y la RFA. El bund ha cotizado en los primeros compases de la jornada al 2,93%, el rendimiento más alto desde octubre de 2023.. “Los mercados aún están intentando averiguar cuál es el nuevo equilibrio, y por ahora no lucharíamos contra este ajuste”, explica Evelyne Gomez-Liechti, estratega de Mizuho. Un nuevo equilibrio que solamente afecta, como cabe esperar y como de hecho sucedió ayer, a los bonos de la zona euro. Hoy la deuda española ha tocado, por su parte, el 3,5%, tras subir nueve puntos básicos. Un incremento similar al que experimentan otras referencias como el bono italiano a 10 años, que vuelve a colocarse sobre el 4%, mientras que la referencia francesa al mismo plazo supera el 3,6%.. Si bien la deuda de la zona euro sufre la mayor presión por la expectativa de mayores emisiones de deuda, el repunte de las rentabilidades se traslada a otros mercados. El bono de EE UU a 10 años avanza cuatro puntos básicos, hasta el 4,3%, mientras la referencia japonesa al mismo plazo suma nueve puntos básicos hasta el 1,5%, su nivel más alto desde 2009. El fuerte repunte de la deuda nipona se produce después de un 2024 en el que la subida de las rentabilidades venía siendo una constante impulsada por la subida de la inflación por encima del objetivo del 2%. Un crecimiento más fuerte y el repunte de los precios estaba alimentando las expectativas de que el Banco de Japón siguiera subiendo los tipos después de los dos ascensos efectuados el año pasado.. El repunte de las rentabilidades de la deuda soberana se está trasladando además a la deuda corporativa. Después de un inicio de año en el que la renta fija había vuelto a jugar el papel diversificador que había perdido en los últimos tiempos, ahora los gestores se enfrentan a un panorama aún más incierto. A medida que las rentabilidades de la deuda repuntan, el precio, que evoluciona de forma inversa, cae. Esto ha hecho que en apenas 24 horas la deuda corporativa con categoría de grado de inversión haya borrado las ganancias. Según el índice Bloomberg, los bonos corporativos pierden un 0,2% en lo que va de año después de sufrir el miércoles su mayor caída desde junio de 2022.. El aumento del gasto anunciado por Alemania ha roto los esquemas de los gestores que venían señalando a la renta fija como uno de los activos más beneficiados por la actitud más moderada de los grandes bancos centrales. Los analistas de UBS reconocen que si bien el incremento de las emisiones de deuda puede ser motivo de preocupación, el perfil fiscal de Alemania es lo “suficientemente sólido como para asumir un gasto adicional sin perder la calificación”. Según los criterios de las grandes agencias, el rating de la locomotora europea es de Aaa/AAA, frente al Aa3 de Francia, tres escalones por debajo de la máxima nota. La ortodoxia fiscal practicada en los últimos años da margen a Alemania para ser más agresiva ahora que su economía está deprimida. Su ratio de deuda sobre PIB se sitúa en el 60%, frente al 113,8% de Francia.. Los expertos de UBS señalan que la oferta adicional de bonos es un viento en contra para la deuda a medio y largo plazo, mientras que los rendimientos de los plazos más cortos seguirán influidos por la política monetaria. Como alivio a esta presión, los analistas creen que el BCE podría ralentizar sus esfuerzos de reducción del balance y seguir reinvirtiendo una parte de los bonos que vencen en el marco de los programas de adquisición de activos. “Aunque el apoyo a los gastos de defensa de Europa queda fuera del mandato del banco central, no excluiríamos la ayuda monetaria siempre que se ajuste al mandato político general”, sostienen desde el banco suizo.